18/09/2018
Es probable que tengas una idea de negocio pero dudes si comenzar como autónomo o constituyendo una sociedad. Antes de nada, indicar que no hay una respuesta concreta, sino que la elección dependerá de cada caso, donde se deberán tener en cuenta aspectos como la responsabilidad, los costes de constitución, la rapidez de ésta, la forma de tributación, si cuentas con socios, la imagen y la facilidad para conseguir crédito, entre otros.
Analizando estos criterios, podremos tomar con mayor facilidad una decisión:
1. Responsabilidad:
- Autónomos: es ilimitada, es decir, que se responde con tu patrimonio personal en caso de deudas con terceros.
- S.L.: es limitada, por lo que sólo se responde con el patrimonio de la sociedad, quedando a salvo el personal en caso de deudas.
2. Constitución (costes y rapidez):
- Autónomos: el alta en Hacienda y Seguridad Social es gratuita. Además, los trámites son muy rápidos, pudiendo realizarse en un día.
- S.L.: los trámites se pueden demorar hasta 30 días y los costes de constitución son más elevados. Por ejemplo, antes del alta se debe acudir a un notario, lo que hace que se demore el proceso y que suponga un coste extra. Además, los socios deberán aportar 3.000 € como mínimo.
3. Forma de tributación:
- Autónomos: los beneficios deberán tributar por IRPF de manera gradual donde, a mayor beneficio, mayor impuesto a pagar.
- S.L.: los beneficios tributan por el Impuesto de Sociedades, que tiene un tipo fijo del 25 %. (durante el primer año será de un 15 %). Indicar que se suele considerar que, a partir de un beneficio de 40.000 € anuales es cuando se suelen notar las ventajas de tributar por sociedades.
4. Socios:
- Autónomos: pueden establecerse solos y, en caso de necesitar de otra persona por la carga de trabajo, podrían subcontratarla.
- S.L.: si la actividad se va a llevar a cabo por dos o más socios, necesariamente tendrán que constituir una sociedad y repartir el capital, porcentaje y obligaciones de cada uno.
5. Imagen comercial:
- Autónomos: se les suele dar una imagen de algo más “pequeño”, lo cual podría resultar menos atractivo o serio para un posible cliente más “grande”. No obstante, siempre puedes tener tu propio nombre comercial, aunque en tus facturas tenga que figurar tu nombre y NIF personal.
- S.L.: por el contrario, suelen dar mejor imagen, más profesional o de empresa más grande y solvente, lo cual a cierto tipo de clientes les resulta más atractivo y confiable.
6. Facilidad para conseguir crédito:
- Autónomos: no lo tienen tan fácil, aunque pueden conseguir financiación siempre que se aporte un aval o garantía.
- S.L.: podríamos decir que tienen mayor facilidad para obtener financiación a través de las cuentas de la empresa, que dan mayor confianza económica.
Atendiendo a todo lo anterior, y como conclusión, podríamos decir que lo más conveniente, a no ser que te quieras asociar con otra persona, es empezar como autónomo para, en un futuro, donde los beneficios hayan aumentado, pasar a formar una Sociedad Limitada.
Si aún tienes dudas, contacta con nosotros: info@contafy.es
Además, recuerda que si decides contratarnos como gestoría, te damos de alta de manera gratuita.
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